Hay sonidos que no pertenecen a este mundo.
Hay músicas que no cuentan historias, sino constelaciones.
Este LP es una bitácora de lo intangible, un diario de viaje escrito en frecuencias y armonías. Doce temas que no avanzan en línea recta, sino en órbita; que no buscan resolver, sino expandir. Son paisajes sonoros donde la electrónica respira, las orquestas levitan y las voces humanas hablan en lenguas que nadie enseña, pero todos entienden.
Aquí no hay tierra firme.
Desde la primera nota, el oyente es lanzado al espacio interior: ese lugar sin tiempo donde las emociones no se nombran, solo se sienten. El pulso de los sintetizadores late como un corazón planetario; los coros flotan como recuerdos atrapados en el vacío; las cuerdas dibujan auroras que nadie ha visto, pero todos hemos soñado.
Cada pista es un umbral.
Un acceso a mundos lejanos o futuros posibles, donde el alma humana se funde con lo mecánico sin perder su fulgor. Es una música para viajar sin moverse, para contemplar sin mirar, para recordar lo que nunca ocurrió.
Este LP no quiere ser entendido.
Solo quiere acompañarte mientras orbitas lo desconocido.